29 de junio de 2019

ALL BOYS EL PRIMER GRAN FESTEJO DE OSVALDO RAMIREZ

El primer gran festejo de Osvaldo Ramírez
El paranaense ascendió con All Boys a la BN. El premio llegó en víspera del nacimiento de su hija.
El paranaense Osvaldo Ramírez celebró uno de los logros más importantes de su trayectoria. El mediocampista paranaense, que transitó toda su carrera en el fútbol de ascenso, dio el salto de categoría con All Boys, equipo con el que conquistó el reducido de la Primera B Metropolitana que otorgó una plaza a la próxima temporada de la B Nacional. El volante, de 35 años, que en la capital entrerriana defendió la camiseta de Atlético Paraná en la temporada 2011/12 del Torneo Argentino B y la de Belgrano en el Torneo de Transición 2014 del mismo certamen, tuvo en el Albo su primera experiencia en el ámbito bonaerense. El desafío era ambicioso dado que pasó a integrar el plantel de un equipo que hasta hace cinco años compitió en Primera División y que, por historia y estructura, tenía la obligación de dar el impulso a la división superior. All Boys alcanzó el objetivo, pero lo hizo por el camino más largo. No logró adjudicarse uno de los cuatro boletos directos que el certamen brindó. Tuvo que luchar más de la cuenta al transitar en el reducido que otorgó el último pasaje a la BN.
Primero dejó en el camino a Acassuso. En la final superó a San Telmo, equipo que definió la serie decisiva en su reducto en la Isla Maciel. En las instancias finales Osvaldo Ramírez se afianzó en el 11 inicial. Se ganó el respeto del hincha, que observó con recelo su llegada al elenco del barrio porteño de Floresta. Es que su arribo coincidió con la salida de Darío Stefanatto, uno de los símbolos de los últimos años del Albo. En base a buenos rendimientos el paranaense se afianzó en el equipo y se transformó en una pieza clave. El premio llegó en el mejor momento de su vida y fue un anticipo del mejor regalo que la vida le brindará: el nacimiento de Martina, su primera hija. “Este ascenso llega en un momento hermoso de mi vida por muchas razones.
La primera y principal es que mi señora está embarazada y viene una hija en camino. Esa es la mayor felicidad que he tenido en mi vida. Uno se agarra de estos momentos para ir detrás del objetivo. Por eso estoy más que contento. Después el hecho de seguir estando vigente y competitivo en este nivel es una satisfacción personal muy linda”, describió Ramírez en diálogo telefónico con Ovación desde Buenos Aires. Luego calificó al salto de categoría como un gran premio por el peso que tiene la entidad. “El ascenso fue un logro muy importante, muy valioso.
Con una institución grande, con mucho prestigio, y en la que pude jugar todo el año con la responsabilidad y la obligación de ascender”, recalcó. Osvaldo asimiló toda la presión que tenía el equipo. All Boys no tenía otra alternativa que retornar a la B Nacional. Sobre todo en una temporada en la que se incrementaron la cantidad de ascensos. “Lo tenía en claro desde cuando decidí venir a una categoría que nunca había jugado, pero el desafío era grande. El objetivo era claro cuando comenzamos el campeonato en agosto del año pasado. Era venir y ascender con All Boys. Con esa ilusión vine y después de un año haber logrado el objetivo es una satisfacción muy linda”. Su alegría es mayor por haber formado parte de la base del 11 inicial y haber tenido protagonismo en los momentos calientes de la campaña. “Terminar jugando y haber tenido una participación activa en el equipo fue un plus.
Eso fue en base al esfuerzo de todo el año y en no dejar de insistir. Por eso disfruto muchísimo, por todas las cosas que fueron pasando, grupal y personalmente, durante todo el torneo”. A lo largo de su carrera asumió desafíos en distintos puntos del país. El que afrontó en All Boys fue el primero dentro del ámbito metropolitano. “El fútbol en el interior es muy competitivo. El Federal A tiene equipos muy grandes. Jugué en Chaco For Ever y Central Córdoba de Santiago del Estero, que son equipos muy representativos que tiene una ciudad que los respalda atrás. Es un torneo muy competitivo. La forma de jugar cambia al tener que viajar semana de por medio al jugar. En cambio en Buenos Aires al torneo lo tenés más a mano y hay jugadores de mucha jerarquía y trayectoria importante que lo disputan. Esto hace que el campeonato sea muy peleado. Sí cambia el ritmo de vida, pero te acostumbrás. Por suerte lo pude llevar bien”, detalló. Mañana finalizará el contrato que firmó a mediados de 2018 con All Boys. “Ahora estamos con el desahogo del festejo. Son momentos muy lindos que no se dan a menudo y duran muy poco. Hay que aprovecharlos, tratar de disfrutarlos y después veremos lo que sucede”. Su máximo anhelo es disputar la B Nacional con la camiseta de All Boys. “Y más después de haber sido parte de este logro. Sería una linda posibilidad seguir en el club y competir en esa categoría. Pero veremos qué sucede más adelante”, se despidió.Unoentre rios.com

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