A Floresta se le escapó un partido increíble. Estuvo dos veces en ventaja y no pudo sostener el resultado, y no por mérito del rival, sino por errores defensivos graves. El encuentro tiene dos caras, en ataque, el Albo generó muchas chances claras de gol, pero defensivamente cometió horrores infantiles que le costaron tres puntos. Sobre el final, se fueron expulsados Sebastián Ibars y Maxi Salas, quién volvía de cumplir una sanción disciplinaria.
A pocos minutos del inicio del partido, Gastón García se había quedado tras un corner, quiso mandar un centro y encontró el primer gol del encuentro con ayuda del arquero Taborda en lo que fue el debut en las redes para el defensor. El Albo era más, intentaba jugar con Canuhé que se tiraba por adentro y con el Mudo Vázquez como socio.En la primera etapa no pasó mucho más, el juego era friccionado mientras el local trataba de llegar por los costados ya que tanto Frontini como Martínez mostraban cierta desconcentración a la hora de marcar. Cuando se moría la primera mitad, Guido Dal Casón se perdió el 2-0 debido a que su remate de volea salió por arriba del horizontal.
Ya en el complemento, el primero en avisar fue Canuhé con un gran tiro libre que pegó en el travesaño y casi de inmediato respondió Acosta, el más peligroso en el local, pero Gastón Losa tapó de buena forma con el cuerpo.
El equipo de Pepe Romero ya mostraba debilidad a la hora de retroceder y Quiroga aprovechó una desatención para empatar el encuentro en La Ciudadela a los 15 de la segunda etapa. El técnico decidió ir a buscar la victoria y puso a Ricardo Blanco por Piergácomi para buscar mayor profundidad, y el entrenador, acertó. En la primera que tuvo el Ricky, remató, tapó Taborda y apareció solo para que defina Dal Casón y darle la ventaja parcial a Floresta.
La felicidad duró poco, pasaron escasos segundos para que nuevamente Quiroga, y de cabeza, ponga el 2-2 para los tucumanos, un baldazo de agua fría para el Albo que ya había perdido la pelota y que decididamente defendía mal. Los laterales eran desbordados y los centrales no mostraban la firmeza de partidos anteriores.
El encuentro fue creciendo en emociones, se tornó de ida y vuelta por lo que los tres puntos estaban para cualquiera. Tal es así que el Blanquinegro tuvo un par de chances netas de gol, primero se lo perdió García de cabeza y más tarde Montero, que disparó desviado con el arco totalmente vacío cuando, en la acción previa, Taborda le tapó un mano a mano brillante a Dal Casón.
Como en toda la tarde, los tucumanos volcaron la ofensiva por las bandas y faltando diez minutos, un centro desde la derecha, encontró por tercera vez a Quiroga que con un testazo inatajable, decretó el 3-2 definitivo. Un golpe durísimo para el Albo que, por las chances que tuvo, mereció más pero que defensivamente se cansó de cometer horrores.
Con la desazón y la frustración de que al Albo se le escurrieron tres puntos increíbles, Ibars llegó a destiempo y Giannini le mostró la roja directa. Más tarde hizo lo propio con Maxi Salas que había ingresado hace pocos minutos y le pegó una patada sin pelota a un defensor de San Martín, mostrando una falta de profesionalismo del joven delantero del Albo que puso la frutilla del postre en un partido de no creer
.Solo Ascenso
Mauro Fernández
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