29 de diciembre de 2016

ALL BOYS REPORTAJE A NELSON DA SILVA “Nunca dudé ni miré para atrás”

NELSON DA SILVA - ALL BOYS
“Nunca dudé ni miré para atrás”
El andalgalense del “Albo” contó cómo fueron sus primeros seis meses en la B Nacional.

El atacante Nelson Da Silva brindará el 31 por otro año tan bueno como este 2016. El jugador de All Boys de Floresta dio un salto de dos categorías al pasar de Villa Cubas al "Albo”, en la Primera B Nacional. Dijo que está muy contento, que considera que el periodo de adaptación se terminó y que "nunca miró para atrás ni dudó” cuando las cosas más le costaron.
Compartimos un mano a mano entre El Esquiú.com y la "Joya” Da Silva, al que en Buenos Aires los compañeros lo bautizaron, naturalmente, como "Cata” o "Toro”.
¿Cómo estás terminando el 2016?
Estoy contentísimo. Es un año increíble para mí, de estar en Villa Cubas y dar el salto que di. Encima fui tenido en cuenta, jugué partidos de titular; estoy contento. Pensaba que la iba a tener que pelear mucho más para ser tenido en cuenta. Obviamente fui a pelearla, pero jugué más partidos de los que yo pensaba que creía que iba a tener.
Ya hice experiencia. Ahora va a ser distinto porque, como se dice, ya pagué el derecho de piso. Ya estoy en el grupo, soy uno más de ahí, así que estoy contentísimo.
¿Qué es lo que más te costó: lo personal o lo futbolístico?
Costó todo un poco. No es lo mismo estar en un plantel de Federal B que estar en un plantel profesional de la B Nacional. Es distinto; hay jugadores que estuvieron en Primera, que jugaron en Europa; son otros códigos, otras cosas. Por ahí me costó un poco eso, pero gracias a Dios tuve la suerte de hacerme de buenos amigos que me ayudaron y me aconsejaron. Al principio me costó un poco, pero los chicos me hicieron entrar al grupo y me sentí muy bien.
Obviamente que lo futbolístico costó también; es otro ritmo, otros jugadores que tienen experiencia y sus mañas. Uno aprende de todos. Considero que me adapté bien en lo futbolístico y en lo personal. Es un año hermoso para mí y ahora este otro año espero que las cosas vayan de la mejor manera para seguir sumando minutos y ganar continuidad.
¿Cuánto te exigen?
Ellos hablaron conmigo. Me quieren enseñar, quieren que tome experiencia para que por ahí pueda seguir mejorando y agarrar otras cosas de lo que es jugar a este nivel. La idea es seguir haciendo las cosas bien y poder explotar todo lo bueno que ellos ven y dejarlos conformes.
¿Te dolió mucho la distancia?
Es difícil estar tan lejos de la familia. Yo soy una persona muy familiera y nunca he estado tan lejos de mi familia. Pasar a estar seis meses lejos fue difícil.
Al principio me costó la adaptación a Buenos Aires, pero yo me puse la meta de estar ahí. Era una oportunidad inmejorable la que me tocó, así que nunca dudé ni miré para atrás; siempre le di para adelante.
¿De quienes te hiciste amigo?
Me llevo muy bien con Emir Faccioli, el defensor. Siempre me da consejos de cómo moverme, me ayuda muchísimo para complicar a los defensores rivales. Me hice muy buen amigo de Walter Acevedo, que jugó en River, en Independiente y San Lorenzo. Él también me aconseja mucho. Yo cuando era chico lo alentaba por la tele y ahora me toca compartir plantel con él. Y mi mejor amigo es el tucumano Maxi Martínez, que jugaba en San Martín. Comemos juntos y todo; me ayudó muchísimo.
¿Y de Pepe Romero, cuál es el concepto que tenés?
Uno trata de sacar lo mejor de cada técnico. Ellos miran el potencial que cada jugador tiene y los consejos que él me dio yo trato de tomarlos de la mejor manera para seguir jugando.
Uno como jugador es ambicioso, quiere estar adentro. Pero a veces hay que entender que hay que tomar experiencia. Yo soy chico, así que estoy tranquilo y muy contento por lo que me está tocando vivir. Siempre trato de sacar lo mejor de cada entrenamiento y de las reflexiones que me dio después de cada partido.
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