Aunque All Boys tiene un andar irregular en el torneo de Primera B Nacional -merodea la mitad de la tabla de posiciones- luce el orgullo de tener al máximo anotador del certamen. Germán Lessman ya pegó 14 gritos de festejo de los 21 que tiene el Albo en las catorce fechas disputadas. Es decir que por ahora cuenta con un promedio de un gol por partido, una marca tremenda.
Bautizado Rooney por su parecido físico con el delantero inglés del Manchester United, la historia futbolística de Lessman arrancó en San Lorenzo de Esperanza, Santa Fe, la ciudad donde nació el 8 de septiembre de 1990, "A los 18 años pasé a Colón y al año y medio debuté en Primera, con el Turco Mohamed como técnico. Fue un sueño llegar a Primera, sobre todo en un club como Colón. Quizás no tuve tanta suerte con el arco, pero fue muy bueno jugar en el club del que soy hincha" le cuenta el delantero a Clarín.
Un semestre a préstamo en Rangers de Chile, el regreso a Colón, y luego un recorrido por clubes del Federal A y B como Tiro Federal de Rosario, Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto, Independiente de Chivilcoy y Defensores de Belgrano de Villa Ramallo signaron el rumbo de Lessman antes de su desembarco en Floresta.
En Villa Ramallo explotó con su racha goleadora. "Al principio -resalta- no jugaba tanto, pero gracias a Dios empecé a meter goles y a afianzarme. El técnico Gabriel Gómez me dio confianza y me ayudó mucho. Hicimos una muy buena campaña y estuvimos peleando el ascenso. Talleres se llevó el primer ascenso y tuvimos otra chance pero perdimos de local, donde solíamos hacernos fuertes. El Federal es un torneo durísimo, largo y con muchos viajes, pero nos fue bien más allá de que faltó el último paso para lograr el ascenso".
De su semejanza con Wayne Rooney dice, con una sonrisa: "Cuando llego a algún lado una de las primeras cosas que me dicen es que tenemos caras parecidas. No soy de seguirlo ni de observar detenidamente como juega. Por supuesto que no descubro nada si digo que es un muy buen jugador. En realidad no soy de seguir atentamente a ningún jugador del exterior, sí miro los partidos porque me gusta el fútbol".
Lessman, quien firmó contrato por un año y medio y con una cláusula de salida en junio, no arribó solo a All Boys. Ricardo Blanco hizo el mismo recorrido: de Defensores de Belgrano de Villa Ramallo al Albo de Floresta. "Fue bueno haber venido juntos, nos entendemos muy bien. Caímos en un grupo excelente, estamos muy unidos. No nos está yendo tan bien como queríamos con los resultados, aunque tenemos confianza en levantar. Estamos comprometidos en sumar puntos para alejarnos cada vez más del descenso", dice.
De su racha goleadora considera: "Gracias a Dios vengo bien. Para un delantero es fundamental convertir. Uno siempre tiene la mente puesta en hacer goles, pensaba que iba a convertir pero no tan así. Igual bienvenido sea. Pepe Romero me pide que esté cerca del arco, que baje a pivotear y juegue con mis compañeros pero que siempre me mantenga cerca del área para finalizar la jugada".
No es de hablar mucho. Su idioma son los goles. Y de la devoción que conquistó entre los hinchas de All Boys, el atacante santafesino de 25 años señala: "El fútbol argentino es así, tuve la suerte de meter muchos goles y por eso la gente me dio rápido su cariño. Esperemos que siga así".
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