
ESPERANDO EL MILAGRO
Un nuevo fin de semana para el olvido. Un nuevo fin de semana que nos acerca aún más al final menos deseado. All Boys no da respuestas y juega cada vez peor. Institucionalmente ya estamos en la B Metropolitana, futbolísticamente nos acercamos al Nacional.
Voy a intentar, aunque sea por unos instantes y me cueste demasiado, ser positivo. Seguir hablando de los miles de errores que tiene este equipo, a esta altura, no sirve de nada. Me llena de dolor la forma en la que All Boys está hundiénsose, sin amor propio ni yendo al frente, pero los invito a hacer un ejercicio: pensemos cuántos de nosotros hubiésemos imaginado en el histórico e inolvidable 23 de mayo del 2010 que íbamos a permanecer más de una temporada en Pimera.
Solo un loco hubiese podido pensar que Boca y River vendrían a Floresta y se iban a ir derrotados o que íbamos a poder silenciar a La Bombonera y el Monumental. Cualquiera de nosotros hubiese dado hasta lo que no tenía por ver a All Boys aunque sea un partido en la máxima categoría y ya lo vimos, sufrimos y/o disfrutamos 146 veces.
No sé si es una realidad o un simple consuelo por el panorama desolador que estamos viviendo. Quizás es tiempo de aceptar que en el último tiempo la dirigencia, con Roberto Bugallo como principal responsable, hizo todo mal y lo que nos está pasando es porque realmente lo merecemos.
Como vengo diciendo en los últimos posts, lo único que nos queda a nosotros es apoyar a estos jugadores y cuerpo técnico esperando el milagro. Particularmente estoy resignado, pero intentaré que las últimas esperanzas que me quedan no se derriben el próximo jueves contra el siempre difícil y molesto Arsenal.
Nicolás Lopresti.
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