14 de enero de 2013

ALL BOYS-JOSE PEPE ROMERO EL FERGUSON DE FLORESTA

Ese gesto. José Pepe Romero con la misma pose que tiene la estatua que le hicieron en All Boys. Dice que allí su ciclo está cumplido./LORENA LUCCA.
JOSE PEPE ROMERO
Al hombre le brotan historias por los poros. Se sienta a hablar con Clarín en el nuevo Hotel Holiday Inn, en donde el plantel de All Boys se hospeda en el transcurso de su pretemporada en Ciudad Evita, y la charla fluye desde el primer momento hasta el final. José Pepe Romero, ese que es entrenador de All Boys desde el 2 de abril de 2007, llena el pituco salón de anécdotas de todo tipo. Habla, siempre con criterio, el Ferguson de Floresta.
- ¿Te das cuenta que sos un caso atípico?
- Desde que empecé a ser técnico sabía cómo se manejaba esto. Por eso cada trabajo que tuve en el fútbol intenté hacerlo con todo el amor. He trabajado mucho tiempo en inferiores y lo hice siempre de la misma manera, con las mismas ganas. Tratando de transmitir lo que uno vivió como futbolista. Y bueno, sé que lo que me pasa es una linda excepción a la regla, y por eso lo disfruto cada día. Para mí es como vivir en un paraíso. Son pocos los que podemos transitar tranquilamente esta profesión. Y todo se lo debo a All Boys.
- ¿Sos el Ferguson de Floresta?
- Es un lindo mimo. Lo recibo bien porque viene del cariño de la gente, pero no hay que darle demasiada importancia. Los halagos los disfruto pero trato de vivir como siempre, con humildad. Me parece que es una gran equivocación cambiar por lo que le dicen los demás.
- ¿Cuál es tu secreto, si es que lo hay?
- Secretos no hay, sería un mentiroso si dijera que hay un método. En esto se trabaja y uno trata de programar lo mejor posible. Quizás, por hablar de un posible “secreto”, puedo resaltar la convivencia entre todos. Mas allá de los resultados, el trabajo siempre se hizo con buena predisposición y armonía. Nos comprometimos todos: jugadores, cuerpo técnico y dirigencia. Todos, como una gran familia.
- ¿Cuáles son los momentos que más recordás?
- Y ... Los ascensos, claramente. El de la B Metropolitana fue un desahogo personal. Eran etapas muy duras en el club y conseguimos armar un gran equipo. Sacamos una diferencia de 15 puntos, teníamos un gran juego. Después, el del ascenso a Primera fue algo sorpresivo. Nos encontramos de golpe con la promoción y la aprovechamos con todo. Le ganamos a Central en Rosario con una gran actuación, a tal punto que la gente de ellos nos aplaudió tras el encuentro. Fue algo inusual que va a quedar siempre en mi corazón.
- ¿Cuál es tu ideal dentro de la cancha?
- Si tengo la posibilidad de tener un equipo que lo veo bien, fuerte, me gusta un 4-3-1-2. Me da la impresión de tener muchas variantes en el juego. Pero según la necesidad he tenido que cambiar. No soy un terco que dice “voy a morir con la mía”. Hay que estar atento porque las oportunidades son pocas y si no cambias a tiempo puede venir el derrumbe.
- ¿Te sentís reconocido?
-De a poco me fui ganando el respeto en el ámbito del fútbol. No creí que iba a ser así. Yo escucho y veo a gente que me felicita por lo logrado y eso es muy importante porque no se logra fácilmente.
- ¿Cuáles son tus próximas metas?
- Yo vengo diciendo que por ahí en junio me voy del club porque me parece que al club le va a hacer bien un cambio. Eso sí, quiero irme bien y no por la puerta de atrás. Por eso, al pensar que puedo dejar el club me planteo: ¿podré trabajar en otro lado? Me gustaría tener esa chance. Sería un lindo desafío.
- ¿Y si te piden una mano, como en 2007?
- Y mirá ... La decisión hoy está tomada. Resolví quedarme hasta el año del centenario, que es el 15 de marzo de 2013, porque quería festejarlo con el club en Primera. Sé que lo voy a lograr y quiero aprovechar estos seis meses al máximo. Lo que me puede hacer retroceder es el amor que siento por All Boys. Pero veremos, estamos arrancando un nuevo año y hoy hay que enfocarse en eso. Dios dirá.
- ¿Te acordás de tu primer día?
- Claro, como no acordarme. Cuando llegué el club estaba muy mal, en llamas siempre digo yo. Después de un campeonato regular la gente empezó a entusiasmarse y nos acompañó incondicionalmente, hasta que logramos el campeonato que nos llevó a la B Nacional.
- ¿Y como imaginás el último?
- Más que imaginar lo sueño. Yéndome bien con la gente y con el equipo en Primera, cómodo. Y después, en un futuro, poder ir a la platea y saludar a los hinchas. Ojalá se pueda, viste que la gente puede cambiar según los resultados ...
- Pero en Floresta te idolatran, hasta te hicieron una estatua..
- Sí, eso es cierto. Pero te cuento una historia particular. La estatua tiene esta posición (hace la misma pose que en la foto de arriba), que es mi clásica postura en los partidos. Cuando la cosa iba mal me decían, hablando mal y pronto, que era “el boludo de la mano en la pera”, agregando que no hacía gestos, que no tenía expresión ... Ahora, cuando las cosas van bien, escuché muchas veces decir “mirá que estampa, le transmite seguridad a los jugadores”. Hay que estar preparado para las buenas y para las malas
.Clarin.com

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