COLABORACION DE ADOLFO MORALES
Sí, a pesar de la prohibición de concurrencia del público visitante, el capo de Floresta exteriorizó su alegría (a través de sus jugadores y sus dirigentes) ante un Atlanta impotente que en cancha de Platense dejó mas dudas que certezas de cara al Reducido de la Primera B metropolitana. Fue 2-0 a favor de los dirigidos por José “Pepe” Romero. Pero pudieron haber sido más.
Es que el Albo manejó la situación desde el principio, como en casi todos los demás encuentros del campeonato. Y en la primera aproximación concreta facturó. A los 5 minutos, hubo un tiro libre rápido del ‘Chino’ Zárate para el ‘Cabezón’ Sánchez y el rubio definió cruzado y marcó la diferencia. A partir de allí, el elenco de Floresta le cedió la pelota a su adversario que bien pudo haber empatado a los 17 minutos, cuando Nicolás Cambiasso (demostró ser un arquero que aparece cuando es solicitado) le tapó un cabezazo de gol al ‘Payaso’ Molina.
Apenas se reanudó el segundo tiempo, una pelota abierta por Zárate para Hernán Grana significó el segundo y chau partido. Porque así lo entendieron hasta los propios hinchas de Atlanta que le reclamaban a sus jugadores mayor sacrificio para que no les conviertan más goles en vez de alentarlos para que intenten buscar el descuento. Increíble.
A esa altura parecía un hecho que el partido no terminaría y así ocurrió a los 39m, cuando el árbitro Patricio Loustau interrumpió el juego por falta de garantías. Floresta ya festejaba y anticipaba el regreso al Nacional B.
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