All Boys le ganó el clásico con claridad a un Chicago que pelea por lograr el ascenso y venía de cuatro victorias seguidas: fue 2 a 0 con goles de Vázquez y Salas.
LA CLAVE: El ingreso de Salas. El delantero entró en el segundo tiempo y liquidó el partido con un zapatazo extraordinario.QUE HICIERON
ALL BOYS: La actitud (lo más importante en los clásicos) estuvo presente durante los 90 minutos en los de Floresta. El juego colectivo, en cambio, apareció de a ratos. De todos modos, la superioridad del local sobre el rival fue clarísima y mereció llevarse más que un 2 a 0.
Juan Manuel Vázquez, de gran tarea, fue quien asistió con un pase filtrado a Emilio Porro para que Juan Cruz Monteagudo lo toque en el área y el árbitro Alejandro Castro cobre la pena máxima. El Mudo se hizo cargo y definió cruzado, contra el poste derecho de Alejandro Sánchez, quien se había arrojado hacia ese sector.
Sin embargo, lo mejor del equipo de Pepe Romero se vio en el complemento. Más que nada, con el ingreso de Maximiliano Salas. El delantero clavó un zapatazo de zurda y la pelota se metió cerca del ángulo superior izquierdo. Además, después de ese golazo, casi hace el tercero en un contragolpe, pero el Oso le tapó el remate.
Cabe destacar que si hoy All Boys no ganó por mayor diferencia fue por las ocasiones que desperdició en el último tramo del encuentro y también porque el réferi no le cobró dos penales (más evidentes que el que pitó): uno de Matías Vera a Mauro Milano en la primera etapa y otro de Tomás Paschetta a Ángel Vildozo, en la segunda. Más allá de eso, Floresta fue una fiesta porque el Blanco se quedó con lo que más le interesaba: el triunfo ante el Torito.
NUEVA CHICAGO: Mostró una imagen pobre desde lo futbolístico. A lo mejor, un motivo pudo haber sido la ausencia de Federico Fattori en la mitad de la cancha o el partido aguerrido que le planteó el rival.
Lo cierto es que Christian Gómez tuvo poco contacto con el balón y el conjunto del Huevo Rondina lo sintió: no le quedó otra alternativa que tirarle bochazos a Luciano Nequecaur. En la mitad inicial, la única llegada clara al arco contrario fue un cabezazo de Paschetta que contuvo Nahuel Losada.
En los primeros instantes del complemento, el Torito se empezó a acercar al área de All Boys, pero después vino el tanto de Salas y todo se desmoronó. Incluso, con los ingresos de Maximiliano Brito y Lucas Baldunciel quedó descompensado en el fondo y pudo haber sufrido una goleada. Lo único positivo para los de Mataderos en la jornada fue que no ganaron Chacarita y Guillermo Brown, sus rivales directos en la lucha por el ascenso.
EL PANTALLAZO
Imponente marco en el Islas Malvinas para vivir un nuevo Superclásico del Ascenso con muchísimo público presente y los alambrados repletos de trapos: "La Vieja Guarda", "La Barra de Muro", "La Peste Blanca", "Floresta Argentina" y "Los pibes del club" fueron algunos de ellos. Del Torito, 40 allegados se ubicaron en la cabecera que da a la calle Miranda.
¿Lo lindo? El aliento constante de la gente, los bombos, las trompetas y el estupendo recibimiento con miles de papelitos en el aire (algo poco común en el fútbol de hoy), serpentinas, bengalas de humo y el tradicional grito "Blanco, mi buen amigo...". ¿Lo feo? Las piñas en la popular lateral que se observaron en el primer tiempo y la discriminación en un cántico que obligó al árbitro a parar el partido a los 17 minutos.
Luego del gol de Vázquez, los hinchas explotaron de alegría y entonaron: "Que nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán...". También, se escuchó un típico hit de los de Floresta: "Los pibes todos de la cabeza en la plaza del barrio. De gira, preparando el asado para verte a vos...".
Cuando Castro pitó el final, los jugadores del Albo se abrazaron en la mitad de la cancha y se sumaron a la cargada final de los hinchas: "Se van a Mataderos con el c... roto...".
Revista Ascenso--Fotos gentileza de Quiqoe de Los Albos del Norte Peña del Centenario
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