18 de octubre de 2015

ALL BOYS MAMA DE CALLERI "El mejor regalo sería verlo campeón"fanática de All Boys porque siempre viví en Floresta y mi papá es socio vitalicio”,

"El mejor regalo sería verlo campeón"
Fueron años y años de pasar su día sentada arriba de un micro -escolar, nunca taxi-, o en una tribuna, siempre bajo el sol de Floresta, cocinando bizcochuelos con dulce de leche para el buffet del club, o milanesas para el viaje de vuelta, vendiendo rifas para las camisetas de los chicos de la categoría 93, o bien dejando la garganta en cada grito de gol de su hijo el Chapa. O Pachi, como más le gusta llamarlo a su nuera Micaela. Bettina Fabbri se define como una “fanática de All Boys porque siempre viví en Floresta y mi papá es socio vitalicio”, pero su historia, 100% futbolera, también está teñida de azul y oro. Hermana de Néstor Ariel –defensor ex Racing y la Selección que dejó un gran recuerdo en la Ribera entre el 94 y el 98- y mamá de Jonathan Calleri, ambos surgidos de la cantera del Albo, espera cerrar el domingo (su domingo) a todo trapo. “Que él haya cumplido su sueño de jugar profesionalmente al fútbol y que sea tan feliz ya es una satisfacción enorme para mí, pero sé que su mayor anhelo es salir campeón con Boca, que es su principal objetivo desde el día que le confirmaron el pase. Por eso verlo dar la vuelta esta noche sería el regalo más lindo que puede hacerme. El otro ya me lo hizo hace 23 años, y fue nacer”, se babea con Olé Betty, la madre de la criatura, mientras prepara la comida para el resto de los Calleri: papá Guillermo (ex DT de Jonathan en Infantiles y baby de All Boys y actual gerente de fútbol de Camioneros), sus hijas Estefanía (cursa primer año de periodismo deportivo) y la pequeña Guadalupe (juega al futsal en Lamadrid). Todos hinchas del Albo, pero hoy, que no escuche nadie, enfermos de Boca… Idolo de muchos, goleador de Boca en el torneo y muy próximo a emigrar a Europa, Joni (“con i latina”, aclara mamá) es el más grande y, a su vez, el más mimado de la familia. Siempre será su bebé. Lo era antes, cuando la dejaba chiquita con la 10 de Mitre de Monte Castro y después en Pacífico de Villa del Parque. O cuando lo llevaba volando desde la práctica al colegio -primero al República de Perú y después al Sacratísimo Corazón de Jesús-, para que al nene no le pasaran la media falta. Y lo es ahora que está a punto de lograr su primer título en Primera. “Siempre quise que mi hijo estudiara una carrera universitaria porque no pensé que iba a llegar al lugar que ocupa hoy. El sabía que contaba con mi apoyo siempre, pero que primero estaba el estudio”, cuenta sobre Jonathan, quien le cumplió el deseo y terminó la secundaria a distancia. Hoy, incluso, toma clases de inglés por si después el 2016 lo sorprende lejos de los suyos. Por ahora, Betty y compañía lo disfrutan en casa. Y le tienen una fe bárbara frente a Saja. “El clásico festejo que hace, llevándose la mano a la frente, es una forma de dedicarnos los goles porque cuando jugaba en All Boys nos buscaba en la platea alta. Ojalá que hoy se le vuelva a dar”, desea Betty, quien irá “camuflada” al Cilindro y esperar terminar el día con una sonrisa. “Con Joni somos muy unidos, cenamos todos los domingos cuando Boca gana. Soy medio rompe, pero esta vez me encantaría que se le hiciera tarde y no venga a comer, je”.Ole

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