ALL BOYS " Pepe` Romero: el arquitecto de la `generación dorada` del albo"

Pepe` Romero: el arquitecto de la `generación dorada` del albo
José `Pepe` Romero, quien mañana (hoy) ante Arsenal le pondrá final a un ciclo de seis temporadas como DT de All Boys, se convirtió a lo largo de este período en un arquitecto para que la `Generación Dorada` de la entidad de Floresta desarrolle lo mejor, en términos futbolísticos, de sus 100 años de historia.

 Así como el básquetbol argentino tiene desde hace más de una década a su camada de jugadores de elite, los que diseñaron una ruta de éxitos, el equipo "albo" también tuvo a sus notables exponentes, aquellos que le permitieron a los hinchas olvidarse de las penurias del pasado.
 Y Romero, en ese contexto, se erigió en el sostén principal de campañas que sorprendieron a propios y extraños.
 Después de tener períodos anteriores como interino, `Pepe` tomó el timón del banco "albo", a principios de abril de 2007, en compañía de otro procer del club como José Paladino, el DT del famoso conjunto de 1972, aquel que logró el ascenso a Primera División con Romero como integrante del plantel.
 El primer partido entregó un lógico empate como visitante ante Temperley (1-1), pero el equipo evidenció un repunte que le posibilitó meterse en semifinales del Reducido de la B Metropolitana, en el que fue derrotado por Estudiantes de Buenos Aires (0-2), en cancha de Lanús.
 En la temporada 2007-2008, con el arribo de Ariel `Chino` Zárate como enganche, All Boys ganó de punta a punta el campeonato y se consagró ante Atlanta (2-0), en cancha de Platense, con los goles de dos componentes que aún hoy permanecen en el plantel: Fernando Sánchez y Hernán Grana.
 Después de una primera campaña en la B Nacional en la que tuvo que "capear temporales" que parecieron definitivos (cinco derrotas consecutivas y peligroso acercamiento a la zona de descenso), Romero mostró paciencia, se refugió en sus colaboradores más cercanos y, sin estridencias, volvió a salir a flote.
 Sin frases altisonantes y confiando en lo que pudiera exponer su equipo en el césped, el entrenador apostó a jugadores de buen pie para asumir la siempre exigente B Nacional. Y, por cierto, mal no le fue.
 En su segundo capítulo en la máxima categoría de ascenso, All Boys sacó provecho de la inteligencia de Matías Pérez García, de los goles del tándem Mauro Matos-Mariano Campodónico y de la solidez defensiva que nacía en un inexpugnable arquero como Nicolás Cambiasso para festejar un ascenso soñado: 3-0 a Rosario Central en el propio Gigante de Arroyito y regreso a Primera, después de 30 años.
 Ya en la máxima categoría, el Albo no desentonó y, con sacrificio, consolidó su permanencia con una campaña global de 51 unidades, que incluyó triunfos sobre Boca (2-0), River (1-0 y 2-0), Independiente (3-1) y el mismo campeón Estudiantes de La Plata (2-1), entre otros.
 En su segundo año en Primera, el equipo de Floresta sumó 54 puntos y consiguió su mejor actuación histórica, con un quinto puesto en el Clausura 2012, que terminó con un categórico 3-1 sobre Boca, hace casi exactamente un año, en la tarde de ensueño del mediocampista tucumano Emmanuel Perea, responsable de las tres conquistas.
 Y en este 2012-2013, el conjunto albo, a pesar de la sangría por bajas, obtuvo, con cierta holgura, el objetivo que se había prefijado: salvarse del descenso. Sin desarrollar una campaña meritoria (41 puntos), es cierto, pero con un "colchón" que le permitió respirar aliviado ante algunos tropiezos.
 Cultor del bajo perfil y de la amabilidad ante cualquier requerimiento, Romero se ganó el cariño y la confianza de todos en un club modesto, con el barrio como estandarte.
 Lo quiso el presidente Roberto Bugallo, quien siempre lo respaldó y lo mantuvo en el cargo, durante estos seis años, en forma ininterrumpida, a pesar de algunos sofocones.
 También lo elogió hasta el cansancio el `Chino` Zárate, que no tuvo empacho en calificar a Romero como el “mejor DT" que tuvo en su carrera, cuando un atrevido Pérez García le había arrebatado el puesto de enlace y lo había conminado al banco de suplentes, en el torneo de la B Nacional.
 También lo estiman los emblemas del plantel como Cambiasso, quien no dudó en calificarlo “como el máximo ídolo en la historia de la institución” o el `Cabezón` Sánchez que dijo que “Pepe, todo lo que consigue, lo hace en base a la persuasión”.
Lo valoran personalidades del fútbol que tienen o tuvieron escaso contacto con él. Así, César Luis Menotti lo reconoció en más de una oportunidad y Esteban Cambiasso, hermano de Nicolás, también lo hizo y no dudó en calificarlo “como el mejor técnico del mundo”.
Y lo distinguieron los hinchas, que en diciembre pasado, le regalaron una fiesta inigualable, con el descubrimiento de una estatua de bronce, que hoy descansa en la entrada de la puerta de prensa de la cancha, sobre la calle Chivilcoy.
Telan