24 de junio de 2013

ALL BOYS LA HISTORIA DE PEPE ROMERO-NOMBRADO PERSONALIDAD DESTACADA EN EL DEPORTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

 
 La historia de Pepe Romero en All Boys
La historia marca que José Romero nació el 3 de noviembre de 1951 en el Hospital Alvarez. “Viví de pibe en Cuenca y Rivadavia pero a los cuatro años mis viejos se mudaron a Caseros y desde ahí nunca más volví a vivir en el barrio”. Sin embargo esa primera semilla fue la que germinó para lo que luego terminó siendo la relación de Pepe con el club. “Un día me encontré con un tal Mario, que era un policía de Caseros y que hacía seguridad en el boliche Zodíaco y era hincha de All Boys. Mario iba a lleva a dos chicos a probarse en All Boys y como a mi me encantaba el fútbol me colé. Hicimos la prueba y quedamos los tres, pero yo no tenía edad para ficharme y por eso no me pudieron hacer el carnet”. Pepe quedó por sus condiciones pero el documento lo obligaba a seguir esperando su chance, aunque los encargados de inferiores del club sabían que había llegado un pibe con mucho futuro. “Me quedé un año con el Gordo Flores y Cacho Romero jugando amistosos y entrando un poco en los entretiempos de la primera. Antes se acostumbraba a que los chicos del club jugasen un rato en los 15 minutos de descanso”. Por aquellos días no era común que los pibes salten a primera tan rápido, pero entre las urgencias del club y el talento de Romero, a los 16 años le llegó la gran oportunidad de su vida. “Una tarde me vio jugar el Gordo Colucci que manejaba la primera y me dijo que el sábado debutaba. Y así fue, a los 16 años y contra Excursionistas en cancha de Argentinos debuté. Perdimos 2 a 1 y jugué de titular”. En 1972 consiguió el título en la B y el tan ansiado ascenso a Primera. Pero cuando pensaba que arrancaba una carrera larga en el fútbol apareció la lesión que tiró todo por la borda. Una tarde, en un entrenamiento, la carrera de Romero iba a cambiar para siempre. “Levanté las rodillas al pecho y sentí un pinchazo fuerte en la espalda. No le di mucha bola pero de a poco se fue agravando hasta que no me dejaba mover. Ese año jugué con Estudiantes el último partido y al otro día apenas me levanté me apliqué una inyección de vitaminas que me devolvió el dolor con todo. Entonces los médicos me tenían de un lado al otro, uno decían que era hernia de disco, otros que era la inyección. La cuestión es que me comí un año parado y cuando volví nunca más fui el mismo”.
“Después del retiro estuve dos años sin querer saber nada de fútbol. A fines del 80 All Boys se iba al descenso y Juan Pinto me convocó para dirigir alguna División Infantil. Ahí empecé a armar mi carrera de técnico, pero después con el tiempo dudé si me llamaron para eso o para que pueda retirarme en el club. Porque Jorge Rilo, que era el técnico de primera, vino un día y me pidió que jugara. Me hicieron un contrato simbólico porque nunca cobré un peso por eso y en el 81 jugué acá en la B después de estar dos años parado. Anduve más o menos, ja. Nunca tuve continuidad porque seguía con mi problema, aunque al menos tuve la satisfacción de poderme retirar con la camiseta de All Boys”.
La etapa de jugador estaba cerrada y ahora comenzaban a escribirse las primeras líneas de lo que con el tiempo sería la carrera de entrenador más exitosa de nuestra historia. Sin embargo los días en All Boys no eran sencillos y más allá del cariño que Pepe le tenía al club, nadie le hizo fácil sus días, todo lo contrario. Más de una vez tuvo ganas de irse, pero bancaba todo por esa pasión que se había encendido en los viejos tablones del Gasómetro cuando tuvo su primera vez como hincha. “Dirigía las inferiores pero acá había tanto lío, tanto descontrol, que varias veces me tocó hacer interinatos en primera. Es más, a veces me tocaba dirigir todo a la vez. Fue duro, muy duro, muchas veces me fui con bronca a mi casa porque no me pagaban, tenía q estar atrás de una puerta para que me tiren un peso. Y uno seguía poniendo el hombro por el amor del club”. “A fines de 2002 Fruto y Capurro me llamaron para volver. “Ni loco, no voy más”, les dije. Ellos insistieron con que había otro presidente, que estaban cambiando las cosas y bueno le di para adelante. Volví para armar un selectivo que era el sueño de todos. Ahí empecé a laburar con Cairo y el objetivo era sumar pibes a primera. Me di cuenta que había otra manera de trabajar, al menos nos pagaban en término y eso es importante. De a poco fui otra vez tomando el gusto”.  “Tuve un poco de prudencia en 2007 pero Bugallo me fue claro. Me dijo que si subíamos a la B Nacional venía otro técnico y si nos quedamos en la B seguía yo. Ja, entonces me conviene no ascender, le dije. Cuando no ascendimos sabía que ya tenía que pensar en el armado del equipo y desde la Comisión Directiva se decidió armar una sub comisión de fútbol y empezamos a delinear el equipo. Hasta ese momento estábamos con Cairo y Pitón y nos fuimos a hacer la pretemporada a Mercerde los tres solos”. Ese tiempo sirvió para conocer a los nuevos y extender lazos con los viejos caudillos que serían los puntales del equipo. Ese grupo bárbaro logró lo que nadie había podido, ni los técnicos más caros de la categoría. Pepe armó un equipo soñado que en un año logró ascender a la B Nacional y en dos más a Primera. Pero para Romero el significado del primer ascenso excede cualquier logro posterior. “Disfruté más en todo sentido el ascenso al Nacional. Me quebré como un chico, como no me pasa muy seguido. Es que habíamos pasado por muchas cosas, me acordé de mi viejo, de todas las cosas que había tenido que soportar en otras etapas para poder vivir ese momento. Fue emocionante por todos lados. Mi viejo soñaba con verme en ese lugar y no pudo llegar, eso también fue muy movilizante. Obviamente que el ascenso a Primera se festejó, pero más por el contexto que por lo que significaba interiormente”.
La historia la escribió Pepe Romero desde aquella tarde en 2007 cuando tomó las riendas del equipo en la Primera B. Pero al lado de Pepe siempre estuvieron los profesionales que ayudaron a construir este presente maravilloso. Aníbal Bigeri ya no está, pero quedan Luis Cairo y Hernán Pittón, los dos preparadores físicos que siempre demostraron estar a la altura de las circunstancias y respondieron con un trabajo de excelencia.
-¿Te vas solo o te llevas a tu cuerpo técnico?
-En realidad somos cuatro gatos locos. ja. Pero sí, el otro día Cairo y Pittón hablaron conmigo y me comunicaron que también se van. Lo hacen por respeto, por ética y es un gran gesto por parte de ellos. Nosotros crecimos juntos y decidieron terminar conmigo el vínculo y a pesar de que van a necesitar el trabajo. Ojalá algún día pueda volver a darles una mano.
-¿Cuál va a ser tu futuro? ¿Tenés algún equipo arreglado?
-En realidad no hay nada, se habló mucho pero mucho. Me llevaron a Chile, a Ecuador, de acá me pasearon por todos los clubes. De Colón, que iba a reemplazar a Martino, que si Independiente se iba a la B me llamaban, pero no tengo ni idea de donde sacan las cosas. Yo ahora quiero cerrar esta etapa y después comenzar a buscar tranquilo un nuevo desafío. Pero la realidad es que hoy no hay nada.
-¿Vas a volver a ver al equipo en la platea? Esa imagen puede ser fuerte para tu sucesor...
-Yo voy a estar siempre que el club me necesite, pero tengo en claro que si algún día vuelvo a la cancha para ver al equipo como hincha, será cuando las cosas estén bien. No soy de los que aprovechan las situaciones, ni loco. No es mi estilo...
-¿Quién debería ser tu sucesor?
-Yo siempre dije que me gustaba alguien del riñón del club. Es mi opinión por lo que se puede dar teniendo siempre presente el amor por la camiseta y el conocimiento del día a día. Pero también entiendo que hay técnicos muy capaces y de mucha experiencia que le pueden hacer bien al club. Ojala que al que venga le vayan bien, eso es lo único que me importa.
-¿Cómo será la despedida?
-Chau, hasta la próxima. Creo que esa será la mejor manera de irme. Porque algún día estaremos otra vez pero hoy no pienso en eso. Hoy ni se me cruza por la cabeza la vuelta, si estuviese pensando en la vuelta, directamente no me voy.
Así fue la historia de Pepe y All Boys, inseparables, unidos por la misma pasión y sabiendo que lo mejor, aún está por venir.
Autor: Secretaría de Prensa
 NOMBRADO PERSONALIDAD DESTACADA EN EL DEPORTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
El máximo ídolo de la historia de All Boys sigue sumando logros. , en la Legislatura porteña, José Santos Romero fue nombrado Personalidad Destacada del Deporte en la Ciudad de Buenos Aires. A continuación, los fundamentos en los cuales se basó la cámara para la aprobación.
Romero, feliz, señaló: “Es un reconocimiento más, me pone contento”.
PROYECTO DE DECLARACIÓN
Declárase Personalidad Destacada del Deporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al ex futbolista y actual director técnico del Club Atlético All Boys el Señor José Santos (Pepe) Romero
FUNDAMENTOS
Señora Presidenta: 
El presente proyecto tiene como objeto declarar Personalidad Destacada del Deporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a uno de los directores técnicos del fútbol argentino más importantes de los últimos tiempos, el Señor José Santos "Pepe" Romero.
Como jugador
En 1964 llegó al Club Atlético All Boys a los 12 años. En ese año no lo ficharon porque no había infantiles. Arrancó su carrera como futbolista en el año 1967. El 9 de Marzo de 1968, con tan solo 16 años debutaba en el primer equipo de All Boys frente a Excursionistas.
En el año 1972 obtiene el ascenso a la Primera División con el club de Floresta, después de conseguir el título de la Primera División B, luego de un reñido campeonato en el que, finalmente, en la última jornada, con un triunfo sobre Estudiantes por 2-0, se lograría la consagración.
En el año 1973 jugando contra Estudiantes de La Plata una jugada desafortunada le provoca una hernia de disco en la espalda, y una inyección de vitaminas mal dada hizo que el dolor se extendiera por las piernas lo cual lo dejaría sin jugar casi un año. En 1974 regresa al fútbol después de operarse la espalda. A pesar de ser pretendido por muchos clubes de la Primera División, Pepe Romero se mantuvo durante varios años en su club de origen.
Se retiró a los 26 años con 74 goles en 131 partidos jugados. Junto con Jorge Pereyra y Emmanuel Perea fueron los tres únicos jugadores de All Boys que convirtieron tres goles en un partido de Primera División. Romero los convirtió jugando contra Velez Sarsfield.
Como Entrenador
En 1981 comenzó a trabajar en las divisiones Inferiores en el Club All Boys  y en 1985 terminó el curso de director técnico. A partir de ese año inició su carrera de entrenador.
José Santos Romero debutó como entrenador de inferiores en 1986, en la Primera División B. Años más tarde, dirigió las inferiores de Estudiantes de Caseros, hasta que, finalmente en 1992, asumió como entrenador del primer equipo de Caseros, manteniéndose en el cargo hasta el año siguiente.
En el año 2004 asume como director técnico del Club Atlético All Boys, haciendo dupla junto a José Colorado Paladino. Por problemas con algunos jugadores, a pesar de haber logrado 3 victorias y 4 empates en 7 partidos jugados, en dicho año deja la institución y regresa a la misma en el 2006, cuando el equipo todavía seguía en Primera B. Tras un complicado campeonato en la temporada 2006/07 con el equipo de Floresta, logra ingresar al Torneo Reducido en la última fecha, tras ganarle a Central Córdoba de Rosario por 1-0. Luego de eliminar a Tristán Suárez en cuartos de final, cae frente a Estudiantes en semifinales, quedando, de esta manera, sin posibilidades de lograr el ascenso a la Primera B Nacional.
Con la llegada de Aníbal Biggeri como Ayudante de Campo para la temporada 2007/08, logra armar un equipo fuerte en defensa y contundente en ataque. Tal es así que, a tres fechas del final, obtiene su primer título como entrenador con el club del cual es hincha, derrotando a Atlanta por 2-0. La solidez del equipo armado por "Pepe" Romero quedó plasmada en las estadísticas del torneo: finalizó con 85 puntos, 15 más que el segundo, Deportivo Morón; logró 69 goles a favor y solo recibió 29; obtuvo la mayor diferencia de gol, con 40; y no perdió ningún encuentro de local. De esta manera, Romero se transformó en el primer ex-futbolista de All Boys que consigue un título como entrenador del mismo club.
Continuando al mando de All Boys, logró una aceptable campaña en la temporada 2008/09 en la Primera B Nacional, donde pudo escapar de la promoción en las últimas fechas, finalizando en novena posición con 50 puntos, muy lejos de los primeros cuatro lugares. En la temporada 2009/10, consiguió llevar al club de Floresta a la cuarta posición en la última fecha, tras derrotar a Independiente Rivadavia por 2-0 y aprovechando la sorprendente derrota de Instituto por 0-3, frente a Tiro Federal. De esa manera, obtuvo un lugar en la promoción por el ascenso a Primera División, donde debió enfrentarse a Rosario Central. El encuentro de ida, disputado en el Estadio Islas Malvinas, terminó igualado 1-1, después de empezar ganando con gol de Mauro Matos y finalizar empatando tras un gol de Guillermo Burdisso en la segunda etapa, en tiempo de descuento. A pesar de que todo parecía estar perdido, ya que la vuelta se disputaría de visitante, Pepe Romero consiguió que su equipo diese el gran golpe aquella tarde en Rosario, cuando el Albo lo derrotó por 3-0 en el Estadio Gigante de Arroyito, logrando así el ascenso del club de sus amores a la Primera División, tras 30 años.
La llegada de All Boys a Primera División por segunda vez en su historia, sumado al otro ascenso a la máxima categoría obtenido en 1972 como jugador y al campeonato de 2007/08 en la Primera B, transformó a José Santos Romero en uno de los ídolos más importantes en la historia del club. Y más allá de ello, el objetivo para la temporada 2010/11 era mantener la categoría. Una aceptable campaña en el Apertura 2010, donde se consiguieron 26 puntos, dejó momentáneamente al club fuera de cualquier zona, aunque todo debía resolverse en el siguiente campeonato, el Clausura 2011. Finalmente, tras luchar durante varios meses, Pepe Romero logró que el Albo se salvara de la promoción en la penúltima fecha, luego de ganarle a Gimnasia y Esgrima de La Plata por 1-0 y quedándose así en Primera División por un año más.
Para el Torneo Clausura 2012 el equipo de Pepe quedo en quinto puesto por diferencia de goles con los mismos puntos que Vélez Sarsfield y Boca Juniors y con la valla menos vencida, siendo esta la mejor campaña del club desde su regreso a la máxima categoría.
El 26 de septiembre de 2012 cumplió 2.000 días como entrenador de la institución de Floresta.
Por todo lo expuesto es que se solicita la aprobación del presente proyecto.

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