El dolor de todos
Más de un centenar de personas, incluidos dirigentes, jugadores y cuerpo técnico, despidieron ayer los restos de Emanuel Alvarez en el Cementerio de la Chacarita.
GRAN CANTIDAD DE PERSONAS ACOMPAÑARON EL CORTEJO FÚNEBRE DESDE LA COCHERÍA DE LINIERS HASTA EL CEMENTERIO DE LA CHACARITA, PASANDO ANTES POR LA IGLESIA NUEVA APOSTÓLICA.
GRAN CANTIDAD DE PERSONAS ACOMPAÑARON EL CORTEJO FÚNEBRE DESDE LA COCHERÍA DE LINIERS HASTA EL CEMENTERIO DE LA CHACARITA, PASANDO ANTES POR LA IGLESIA NUEVA APOSTÓLICA.
Dolor, desconsuelo, bronca, impotencia, desazón. Sentimientos de una mañana por la que nadie quiere pasar. En ese momento no importó si el asesino es hincha de San Lorenzo o de Huracán. Si el disparo salió de aquí o de allá. Sólo se pensó en una despedida acorde a la persona que se fue. Porque las decenas de firmas que siguen apareciendo en su fotolog así lo marcan. Porque los que lo conocían no hacen más que elogiarlo. Porque se fue un hincha que iba a la cancha a alentar a su club y no un violento que iba con otro tipo de intereses. Por eso, todos estuvieron allí para despedirlo. Familiares, amigos, hinchas, dirigentes y jugadores dijeron presente.
Nadie quiso ausentarse en la Iglesia Nueva Apostólica ubicada en Jorge Newbery al 4800. A las 11.50 llegaron Mariano Uglessich, Maximiliano Bustos y el Padre José María (cura párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y capellán de la pensión del club). Dos minutos más tarde arribó Hugo Tocalli. Y cinco minutos después apareció el profe Jorge Fleitas y casi al unísono también se presentó Sebastián Peratta.
De a poco la Iglesia fue recibiendo a todos y se fue llenando. A las 12.01 ingresaron y esperaron a que arribara la caravana que venía desde la Cochería Tunes (Liniers) y que previamente había pasado por la puerta del club al que tanto quería Emanuel. Y al final llegó. A las 12.04 asomó el coche fúnebre color azul que encabezaba la fila de diez autos particulares y dos colectivos (uno escolar y uno de la línea 181 alquilado para la ocasión) que traían a los allegados hacia la Iglesia, lugar en el que permanecieron por más de media hora. Luego, los familiares, amigos, hinchas y dirigentes presentes (Julio Baldomar, Raúl Gámez, Bernardo Becker, Adolfo Chutchurru, Carlos Maceira, Carlos Figueroa y Carlos Martino) recorrieron los 200 metros que separaban la Iglesia del Cementerio de la Chacarita, lugar donde fue sepultado el cuerpo del Gordo, como le decían sus amigos.
Así, más de cien personas (muchas de ellas con indumentaria de Vélez) se agruparon en la entrada de la Galería 16 para despedir a Emanuel. Y allí tampoco faltó la presencia institucional. No sólo el grupo de dirigentes y el Padre José María cruzaron desde la Iglesia hacia el Cementerio, sino que también lo hizo el Mencho Bustos, quien, como capitán del equipo, representó al plantel completo en ese lugar (los otros jugadores e integrantes del cuerpo técnico ya se habían retirado).
Más de media hora duró la emotiva despedida. Después, todos se subieron a sus autos y partieron con la cabeza baja, entre llantos e incredulidad.
¿Sanción a Vélez? Si bien no habrá ningún tipo de sanción deportiva para Vélez, según pudo averiguar Olé, el Tribunal de Disciplina está evaluando la posibilidad de aplicarle una sanción económica y amonestaciones al club. Esto se debe a que consideran que, si bien la muerte de Emanuel es un tema importante, eso no justifica los disturbios que causaron los hinchas del Fortín en la cancha de San Lorenzo (rompieron el alambrado y destrozaron los baños del sector visitante). Nota de Ole
Nadie quiso ausentarse en la Iglesia Nueva Apostólica ubicada en Jorge Newbery al 4800. A las 11.50 llegaron Mariano Uglessich, Maximiliano Bustos y el Padre José María (cura párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y capellán de la pensión del club). Dos minutos más tarde arribó Hugo Tocalli. Y cinco minutos después apareció el profe Jorge Fleitas y casi al unísono también se presentó Sebastián Peratta.
De a poco la Iglesia fue recibiendo a todos y se fue llenando. A las 12.01 ingresaron y esperaron a que arribara la caravana que venía desde la Cochería Tunes (Liniers) y que previamente había pasado por la puerta del club al que tanto quería Emanuel. Y al final llegó. A las 12.04 asomó el coche fúnebre color azul que encabezaba la fila de diez autos particulares y dos colectivos (uno escolar y uno de la línea 181 alquilado para la ocasión) que traían a los allegados hacia la Iglesia, lugar en el que permanecieron por más de media hora. Luego, los familiares, amigos, hinchas y dirigentes presentes (Julio Baldomar, Raúl Gámez, Bernardo Becker, Adolfo Chutchurru, Carlos Maceira, Carlos Figueroa y Carlos Martino) recorrieron los 200 metros que separaban la Iglesia del Cementerio de la Chacarita, lugar donde fue sepultado el cuerpo del Gordo, como le decían sus amigos.
Así, más de cien personas (muchas de ellas con indumentaria de Vélez) se agruparon en la entrada de la Galería 16 para despedir a Emanuel. Y allí tampoco faltó la presencia institucional. No sólo el grupo de dirigentes y el Padre José María cruzaron desde la Iglesia hacia el Cementerio, sino que también lo hizo el Mencho Bustos, quien, como capitán del equipo, representó al plantel completo en ese lugar (los otros jugadores e integrantes del cuerpo técnico ya se habían retirado).
Más de media hora duró la emotiva despedida. Después, todos se subieron a sus autos y partieron con la cabeza baja, entre llantos e incredulidad.
¿Sanción a Vélez? Si bien no habrá ningún tipo de sanción deportiva para Vélez, según pudo averiguar Olé, el Tribunal de Disciplina está evaluando la posibilidad de aplicarle una sanción económica y amonestaciones al club. Esto se debe a que consideran que, si bien la muerte de Emanuel es un tema importante, eso no justifica los disturbios que causaron los hinchas del Fortín en la cancha de San Lorenzo (rompieron el alambrado y destrozaron los baños del sector visitante). Nota de Ole
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